El proyecto promueve la producción agrícola de la uvilla, conservando los recursos naturales elementales de la producción de alimentos tales como el suelo, agua y biodiversidad. Las familias están asistiendo a talleres de capacitación específica para la producción y comercialización de la uvilla, desde la preparación de tierras, cosecha y una consultoría que elaborará el estudio de mercado, empezando las negociaciones que darán lugar al mercado definitivo para la venta de la uvilla. Se está motivando a otras comunidades para que participen de la producción de uvilla.
En diciembre, se realizó el último taller de Buenas Prácticas Agrícolas (BPAs), trabajando temas como la producción de abonos orgánicos, bioles o té de frutas utilizados como fertilizantes, además de la medición de pendientes para la correcta siembra de las plántulas.