Finaliza con éxito el proyecto de cooperación internacional sobre empoderamiento socioeconómico llevado a cabo en la sierra ecuatoriana

Con la evaluación externa que se está llevando a cabo en la actualidad, se da por concluido el proyecto “Fomentando iniciativas productivas con valor agregado para la reducción de la pobreza y la exclusión de las mujeres de la Parroquia de Quisapincha, Tungurahua”, iniciado en 2019 en Ecuador.

 

Durante las dos anualidades que ha estado operativo el proyecto “Fomentando iniciativas productivas con valor agregado para la reducción de la pobreza y la exclusión de las mujeres de la Parroquia de Quisapincha, Tungurahua”, cofinanciado por la Xunta de Galicia y promovido por Fundación Humana Pueblo a Pueblo – Ecuador y Fundación Mujeres, se han podido llevar a cabo todas las actividades previstas permitiendo hacer un cierre exitoso del mismo, a pesar de las dificultades que han ido surgiendo en estos años a raíz, principalmente, de la crisis sanitaria de la COVID – 19.

A continuación, se detallan algunos de los logros conseguidos desde la puesta en marcha del proyecto:

 Resultado 1: “Se fortaleció la capacidad de producción, transformación y comercialización de las asociaciones productoras de uvilla con enfoque de género y agroecología”.

 Con el objetivo de contar con información actualizada sobre la situación socioeconómica y la cadena productiva de la uvilla de las participantes del proyecto, se elaboró un estudio de línea base al inicio del proyecto, la cual fue aplicada a un grupo de 146 agricultoras/es.

Integrantes de 9 Asociaciones reciben formación en BPAS, gestión empresarial y fortalecimiento organizativo.

En la segunda anualidad se incorporó 37 cultivos de hortalizas y 163 cultivos de uvilla (110 parcelas de mujeres y 53 parcelas de hombres) los cuales se diversifican con la producción de hortalizas.

Se ha iniciado la construcción del centro de acopio en un terreno propiedad de FHPP-E, el cual será entregado (cesión) a la organización Pushak Kawsay (corporación) cuando ésta haya logrado su constitución. Asimismo, 65 productoras/es (20 hombres y 45 mujeres) han comenzado a comercializar uvilla.

Se elaboró una marca propia (logotipo corporativo) de la corporación PUSHAK KAWSAY.

 Resultado 2: Se fortaleció la capacidad de conciencia crítica de género para la incidencia en las asociaciones productoras, haciendo énfasis en el empoderamiento económico de las mujeres a partir de intereses estratégicos de género.

Se han llevado a cabo 6 talleres sobre género, autonomía, empoderamiento económico y derechos de las mujeres (más los refuerzos correspondientes) a los que han asistido de manera regular unas 51 mujeres.

A finales del segundo año se llevó a cabo el “Encuentro para el Intercambio de Experiencias de Empoderamiento Económico entre mujeres productoras dentro de la Economía Popular y Solidaria”, cuya finalidad fue que las productoras y emprendedoras puedan crear redes y alianzas que amplíen sus oportunidades de comercio, compartir problemáticas y éxitos. Además, contó con la participación activa de 154 mujeres (de un total de 189 personas asistentes).

 Resultado 3: Se generó espacios de reflexión comunitarios para la construcción de relaciones igualitarias entre hombres y mujeres para prevenir la violencia de género.

Se han llevado a cabo talleres de sensibilización a hombres jóvenes y adultos sobre género, corresponsabilidad, tipos de masculinidad y violencia de género, en los que han participado de manera regular 25 hombres.

A finales del segundo año se llevó a cabo un encuentro de reflexión sobre corresponsabilidad familiar, paternidad responsable, comunicación afectiva y asertiva para la prevención de violencia, cuyos objetivos principales fueron facilitar un espacio de convivencia en el que hombres y mujeres pudiesen adquirir herramientas prácticas para expresar sus pensamientos y afectos, fomentar la comunicación asertiva como herramienta para la prevención de violencia y construir alianzas para la prevención de la violencia de género en las comunidades.

Dicho encuentro contó con la participación activa de 214 personas (112 mujeres, 51 hombres, 26 niñas y 25 niños).

 La valoración general del proyecto es positiva, ya que en términos generales se ha logrado una correcta implementación del proyecto, de acuerdo con lo inicialmente previsto y teniendo en cuenta todos los factores externos que han tenido lugar durante la ejecución como el Paro Nacional o la pandemia del COVID-19. Además, se han realizado actividades adicionales no contempladas que le dan un valor añadido al proyecto.

 Con la implementación del proyecto se ha mejorado la autonomía económica y social de las mujeres a través del fortalecimiento de las capacidades productivas, ya que conocen y están aplicando las técnicas aprendidas, aportando a su seguridad y soberanía alimentaria. Además, cuentan con ingresos adicionales procedentes de la producción de uvilla. Por otro lado, las mujeres han creado alianzas estratégicas entre las asociaciones participantes y las instituciones públicas para dar continuidad a las actividades de producción de uvilla, verduras y hortalizas.  Así mismo, a través de las capacitaciones, las mujeres han fortalecido sus capacidades para administrar y gestionar sus propias vidas, expresando lo que sienten y piensan sin causar daño. Se observan cambios en la forma de ser y hacer de las mujeres, intervienen y participan de las reuniones de las asociaciones y sus comunidades, dicen lo que piensan sin miedo y hablan de derechos cuando alguien intenta invisibilizar sus discursos.

 Por su parte, los hombres son ahora menos reacios a participar de temas que involucran su bienestar emocional, buscan expresar lo que sienten sin generar violencia (gritos y ofensas), comparten las tareas del hogar, escuchan a su familia e intentan relacionarse sin recaer en la violencia. Reconocen que hombres y mujeres tienen derechos y obligaciones, que pueden asumir cargos dentro de sus asociaciones y no por eso son menos responsables en sus hogares, ya que todo lo reproductivo involucra a hombres y mujeres.

 A pesar de todo ello, Fundación Mujeres y Fundación Humana Pueblo a Pueblo-Ecuador son conscientes de que sigue siendo importante reforzar acciones y esfuerzos para seguir trabajando en pro de la igualdad de derechos y desarrollar acciones que favorezcan la reducción de la feminización de la pobreza y la exclusión de las mujeres de la sierra ecuatoriana.

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